Hoy voy a sentirme mejor, más divertido, aflorar la sonrisa del ilusionado y dar brincoteos del verdadero regocijo.
Mi compañera, y no diré su nombre para no comprometer a ambos, será la que me ayude a alcanzar mi objetivo, -odio decir palabras como “objetivo”, me siento idiota, sin embargo, así es cuando se escribe y habla rápido- Bueno basta de eso. (7:00).
Todo sucedió y ahora es tiempo de contarlo. Son las 6:00 del otro día –Que chistosa forma de decirlo, aclaro que hablaré en horario de veinticuatro horas para no confundirlos-.
Pues… Después de las siete DE AYER me dirigí a la escuela con el gran plan: ser lindo, amable, coqueto y “educado”. Unos compañeros y yo teníamos una cita en casa de una amiga para armar uno de esos trabajos que llaman “en equipo”.
Total, todo sucedió tal cual se predice en una escuela y una bola de jóvenes, mas, saliendo de ahí en el hogar de mi amiga las cosas se tornarían excitantes.
Ya sentía la sangre hervir cuando arribaba al punto de encuentro. –Debes atreverte, no temas, después de mañana morirás ¿A que le habrías de temer? Si cometes un error, olvídalo- Me decía en silencio. La gente avergüenza, es siempre de esperarse, seguro mi valentía se vería invadida por esta ley, mi valentía yacería en el terreno de guerra.
Me animé. Estábamos todos, y al cabo de un rato sólo yo y ella, un beso, y listo aumentaban mis emociones.
Extraordinario… No me rechazó… -Maldito miedo que se vive cuando se está cerca de una mujer- Me hacen sentir estúpido ¿Eso ellas lo sabrán?
No importó, me olvidé de todo, me entregué a mi sentir. Pensar es un problema para estar feliz, así que eso lo evité. Me vi envuelto en la atmosfera, o mejor dicho su cuarto y la alta temperatura que irradiábamos, deslizando mis dedos. -¡Míos! ¡Son míos estos dedos!-.
Mundo inesperado en el que ella tal vez quería más de lo que ambos sabíamos.
Static.
Mi penúltimo día. Hoy me quiero regalar otra sensación. Enamorarme ¿Cómo? ¿De Quién? No importa. Se escucha patético, lascivo, perseguidor, lo sé, pero no me atañe. Eso de saber cuándo morir lo hace a uno más sincero. (7:00).
Nada había sido interesante hasta ahora (19:00) Aunque estuve llamando intensamente a cuanto número tenía, todas me ignoraron, pareciéndome que este día sólo YO quería hacerlo genial… Continué enviando recados por internet. –Quizá alguien lo vea y me llame- Por si acaso me quedé conectado a la red.
Pensé que era un idiota, que mi penúltimo día sería un fracaso, y lo mejor fue que me equivoqué en todo esto; porque encontré a una chica en el internet que es muy linda y simpática, tiene tiempo que no la veo en persona, pero ello es lo de menos. Me hace sentir bien, cree que soy agradable y especial.
De verdad que la quiero… Siempre quise vivir algo bello con ella, más… de cerca. Ahora es chistoso que todo sea flotante, estúpido y grandioso. Mientras que lo demás no afecta.
El final
Hoy 24:00 la mejor hora para lacerar la traquea....
Mi compañera, y no diré su nombre para no comprometer a ambos, será la que me ayude a alcanzar mi objetivo, -odio decir palabras como “objetivo”, me siento idiota, sin embargo, así es cuando se escribe y habla rápido- Bueno basta de eso. (7:00).
Todo sucedió y ahora es tiempo de contarlo. Son las 6:00 del otro día –Que chistosa forma de decirlo, aclaro que hablaré en horario de veinticuatro horas para no confundirlos-.
Pues… Después de las siete DE AYER me dirigí a la escuela con el gran plan: ser lindo, amable, coqueto y “educado”. Unos compañeros y yo teníamos una cita en casa de una amiga para armar uno de esos trabajos que llaman “en equipo”.
Total, todo sucedió tal cual se predice en una escuela y una bola de jóvenes, mas, saliendo de ahí en el hogar de mi amiga las cosas se tornarían excitantes.
Ya sentía la sangre hervir cuando arribaba al punto de encuentro. –Debes atreverte, no temas, después de mañana morirás ¿A que le habrías de temer? Si cometes un error, olvídalo- Me decía en silencio. La gente avergüenza, es siempre de esperarse, seguro mi valentía se vería invadida por esta ley, mi valentía yacería en el terreno de guerra.
Me animé. Estábamos todos, y al cabo de un rato sólo yo y ella, un beso, y listo aumentaban mis emociones.
Extraordinario… No me rechazó… -Maldito miedo que se vive cuando se está cerca de una mujer- Me hacen sentir estúpido ¿Eso ellas lo sabrán?
No importó, me olvidé de todo, me entregué a mi sentir. Pensar es un problema para estar feliz, así que eso lo evité. Me vi envuelto en la atmosfera, o mejor dicho su cuarto y la alta temperatura que irradiábamos, deslizando mis dedos. -¡Míos! ¡Son míos estos dedos!-.
Mundo inesperado en el que ella tal vez quería más de lo que ambos sabíamos.
Static.
Mi penúltimo día. Hoy me quiero regalar otra sensación. Enamorarme ¿Cómo? ¿De Quién? No importa. Se escucha patético, lascivo, perseguidor, lo sé, pero no me atañe. Eso de saber cuándo morir lo hace a uno más sincero. (7:00).
Nada había sido interesante hasta ahora (19:00) Aunque estuve llamando intensamente a cuanto número tenía, todas me ignoraron, pareciéndome que este día sólo YO quería hacerlo genial… Continué enviando recados por internet. –Quizá alguien lo vea y me llame- Por si acaso me quedé conectado a la red.
Pensé que era un idiota, que mi penúltimo día sería un fracaso, y lo mejor fue que me equivoqué en todo esto; porque encontré a una chica en el internet que es muy linda y simpática, tiene tiempo que no la veo en persona, pero ello es lo de menos. Me hace sentir bien, cree que soy agradable y especial.
De verdad que la quiero… Siempre quise vivir algo bello con ella, más… de cerca. Ahora es chistoso que todo sea flotante, estúpido y grandioso. Mientras que lo demás no afecta.
El final
Hoy 24:00 la mejor hora para lacerar la traquea....
No hay comentarios:
Publicar un comentario